domingo, 29 de agosto de 2010

orgasmo colectivo

Escondido tras esa timidez, se dibujaba una sonrisa picara en tu cara.
Te llenaste de valor bebiéndote de un trago lo que quedaba en ese baso. Te acercaste con cierto descaro, y me besaste...
Aun recuerdo el olor a cerveza de tus manos, tus labios sabían a noche y desprendías un aroma extrañamente excitante de humo, sexo y locura, mezclado con unas notas de ritmo y algo de ternura.
Tus brazos, fuertes, me agarraban enérgicamente por la cintura. El aire estaba cargado de ritmos sensuales, y nuestros cuerpos, pegados, se dejaban llevar por ellos...
Unidos por un extraño magnetismo, nuestros cuerpos se fundían entre susurros y gemidos entre-cortados, llevándonos a un estado de éxtasis que nos hacia flotar...
Y allí, bailando pegados, entre toda esa multitud, que en ese momento eran nadie, llegamos a tocar el cielo y el infierno al mismo tiempo. Consiguiendo un orgasmo colectivo que fundió las luces de la calle...