viernes, 6 de febrero de 2015

Cinco años después...


Cinco años, un ascenso, dos relaciones serias, y unas cuantas sin definir después, volví a verla.
Como un rayo de sol cuando te levantas con los ojos medio cerrados, me quemó su silueta en la otra punta de la mesa.
Exactamente diez metros, quince personas, y un motón de copas de vino, tapaban esa sonrisa que se tatuó en mi subconsciente a todo color un día cualquiera, en un pasillo cualquiera, de ese inmenso edificio en el que trabajaba.
Solo fueron diez minutos y algunos segundos que seguro perdí entre decidir si sus ojos me daban miedo, o me atraían. Quizás las dos cosas a la vez, juntas y revueltas.
Solo un café, creo recordar que era un 16 de diciembre, serían sobre las once, estábamos a unos veinte grados en ese pasillo, y el café estaba demasiado caliente…

Esa extraña sensación de recordar a alguien sin saber de su existencia recorría mi cuerpo de arriba a bajo. Había sido real? Ese café compartido por culpa de, o gracias a esa maquina infernal que solo funcionaba cuando le apetecía, realmente había sucedido?

Des de ese día y ya al final por simple costumbre, me tomaba un café en esa misma maquina, de ese mismo pasillo, a esa misma hora. Pero nunca la había vuelto a ver, ni cuando me paseaba por las diferentes plantas del edificio con la escusa de que estaba buscando al subdirector, que siempre iba de arriba a bajo controlándolo todo.

No podía evitar mirarla a través de la gente, como movía sus manos cuando hablaba de cosas que no podía entender por la distancia, pero que imaginaba y moldeaba a mi antojo.
Que cobarde y adictivo era observarla des de esa posición tan sumamente confortable.

Me preguntaba si en su subconsciente existiría una imagen de mi, como yo tenia la suya en el mío. Yo no había dejado de buscar su imagen en todos los pasillos, en todas las cafeterías de esa ciudad. Algunas mañanas incluso me aventuraba a buscar su rostro en la chica que se despertaba al otro lado de la cama tras una noche larga de deseo.

Llegué a pensar que su imagen había sido modificada en mi cabeza a lo largo de esos mil ochocientos días, imprimiendo en ella mis deseos mas ocultos. Quizás simplemente fuera una chica corriente, una chica de esas que puedes encontrarte en cualquier cola del supermercado, en la cafetería de la esquina, o en una barra de bar un viernes a las doce.

Pero no, cada centímetro de su rostro era exactamente como yo lo había recordado todo ese tiempo.

Recuerdo como el corazón me iba a una velocidad que me costaba calcular, la temperatura de esa sala subía a cada segundo. Empecé a acalorarme, me levanté, dos de mis compañeras me miraron extrañadas, una me cogió de la mano.

-        - Estas bien?
-        - Si, solo tengo un poco de calor, voy al baño un segundo a refrescarme.
-        - Quieres que te acompañe?
-        - Tranquila, estoy bien. Enseguida estoy con vosotras.

Camine por ese largo pasillo, pase por delante de las siete puertas que había antes de la del baño. En la puerta había dos siluetas de mujer, dos… Me pareció curioso, pensé en eso que dicen que las mujeres nunca van solas al baño, en si era ese el motivo de poner dos siluetas en lugar de una, como era la costumbre. Sonreí y entré. El baño era alargado, había un espejo enorme, cuatro grifos, cuatro compartimentos… Me senté en la taza de váter del tercer compartimento empezando por la izquierda, cerré la puerta e intente respirar tranquila y normalizar  ese corazón galopante.

No sé exactamente cuanto tiempo me quede allí dentro, solo sé que el ruido de la puerta me saco de ese estado meditativo en el que estaba. Tiré de la cadena, aun que no había usado el váter para nada. Abrí la puerta y entonces la vi. Se estaba mojando la cara, como si hubiese sentido ese mismo calor que había conseguido marearme a mi. Me acerque, abrí el grifo del otro extremo de donde ella estaba. Me moje la cara, lentamente, tratando de ganar tiempo para decidir que hacer. Levante la cabeza y sus ojos se clavaron en mi igual que ese día cuando levante la cabeza después de coger el café. No supe que decir, simplemente la miré, la miré como me hubiese gustado hacerlo esos cinco años.

Ella se seco la cara y las manos sin dejar de mirarme, yo no fui capaz de mover ni un milímetro de mi cuerpo. Paso por detrás de mi, cerca, muy cerca, tan cerca que su perfume me inundo los pulmones y su aroma se me hizo familiar, como si la hubiese olido toda mi vida. Pasó tan cerca que su cuerpo rozó el mío, y su mano me acarició la espalda sutilmente paralizándome aun mas.

- Tenemos que repetir ese café.

Dijo en un susurro... Un susurro que me llego dentro a gran velocidad y retumbo en mi como el gran final de percusión de un concierto de música clásica.

Y salió de allí, sin decir nada mas, sin hacer nada mas, sin dejar migas de pan en el suelo para que la siguiera. Solo una sonrisa antes de cerrar la puerta. 

sábado, 5 de octubre de 2013

Te acercas...

Te acercas,
a ese ritmo tan tuyo que no se describir.
Me parece muy lento cuando vienes
y mis ansias por sentirte se impacientan a cada paso.
Y me parece demasiado rápido cuando te alejas,
y a cada centímetro que andas
saldría corriendo detrás de ti.
Te acercas,
con esa sonrisa que me mira alegremente,
y los ojos llenos de carcajadas de felicidad.
Te acercas,
y yo ya no sé donde empiezo ni donde acabo,
porque siempre consigues ponerlo todo del revés.

Hace tiempo que sé que dos siempre es mejor que uno,
que contigo me quedan millones de palabras por recorrer...

sábado, 28 de septiembre de 2013

Hoy he soñado contigo...


Hoy he soñado contigo, he soñado mucho y puede que nada con sentido. He soñado que tu olor se adentraba en mis pulmones provocándome una sobredosis. He soñado que después el aire que no estaba mezclado con tu aroma no oxigenaba mi cerebro, que me costaba respirar sin olerte… Aun que ahora que lo pienso, creo que eso se parece mucho a la realidad...
He soñado contigo, he soñado sin ti, nos he soñado juntas, yo contigo, tu conmigo, te he soñado estando sin mi, me he soñado estando sin ti. Te he soñado de tantas maneras esta noche que me siento mareada.
He soñado que vivías lejos, tan lejos que tu voz sonaba muy flojito al otro lado del teléfono, como si con los kilómetros fuera perdiendo fuerza.
Te he soñado cerca, estábamos delante de una mesa intentando acabar un puzle de mil piezas, puede que fuera la vida, no lo sé. Estabas cerca, tan cerca que podía notar como las piezas nos tenían envidia al ver lo bien que encajaba tu cuerpo con el mío, tu luz con mis sombras, tu calma con mi tempestad…
Me he soñado estando sin ti, iba andando por la calle, entre centenares de personas, me sentía bien, aun que no sabia muy bien hacia donde me dirigía. Me estaba soñando sin ti, y de repente has aparecido. He soñado que como en las películas todo se detenía a tu alrededor, y de repente una melodía sonaba de fondo. He soñado que se me hacia un nudo en la garganta y al despertarme me he dado cuenta que se me hizo el primer segundo en el que te vi llegar, y que a día de hoy, después de no sé cuanto tiempo, no he conseguido desatarlo.
Te he soñado sin mi, parecías feliz, estabas sentada en una terraza desayunando con una chica. No parabas de sonreír, de esa manera que hace que parezcas la niña más inocente de la ciudad. Los ojos te brillaban de una manera especial, y tu cuerpo parecía sentir un magnetismo que te hacia imposible no acercarte a ella, no tocarla. He seguido andando, y he visto que esa otra chica era yo. Entonces te he soñado conmigo, me he soñado contigo, y de repente todo parecía tener algún sentido, aun que no sé si lo tenía realmente.

Hoy he soñado contigo, y ahora al despertarme me doy cuenta que cuando cierro los ojos te sueño sin querer, y que al abrirlos quiero soñarte. Me doy cuenta que da igual si estas lejos o cerca, arriba o abajo. Que da igual si estamos a todo volumen o en silencio, porque al final entre tu y yo siempre hay un punto y coma. Esa cosa que nos une irremediablemente a pesar de que seas de Marte y yo de Júpiter, a pesar de que cuando tu vas yo no sé ni de donde vengo, y que cuando por fin me encuentro tu te pierdes una vez más…

lunes, 12 de agosto de 2013

Al final del carrer...

A vegades somio que estic corren pel carrer molt ràpid, amb la sensació que no puc disminuir aquell ritme trepidant ni un segon. És com si quelcom molt dolent estigués trepitjant-me els talons... 
Llavors em giro i no hi ha res. Absolutament res. No hi ha cotxes, ni gent, no es veuen ocells... Ni tan sols una innocent papallona fen veure que la vida és primavera. Torno a mirar endavant i l'escena s'omple de vida en moviment, persones caminant cap a totes les direccions, cotxes, llums i molt soroll. Em giro un cop més i tot torna a estar buit, però al mirar endavant tot va cada vegada més ràpid. 
Respiro profundament intentant analitzar la situació i me n'adono que en realitat el que em persegueix és la vida. 
Començo a córrer, encara més ràpid que abans, tan ràpid que crec no tocar el terra. Noto com el soroll, cada vegada més fort, penetra dins meu d'una manera brusca. Em cremen els pulmons però no puc parar.... 
Segueixo corren per diferents carrers d'una ciutat descontrolada, tot va tan ràpid que no se si és el món que s'accelera per segons o sóc jo que no sóc capaç de seguir-lo. Llavors arribo a un carrer molt ample, ple de gent per tot arreu, aixeco la mirada i de sobte veig a algú, esta al final de tot del carrer, una figura immòbil en mig del caos. Tot passa al seu voltant com una rafega d'aire huracanat. Aixeca el braç, sembla voler dir-me alguna cosa, però jo segueixo corrent. 
De cop em xoco contra el seu somriure i paro en sec. El cor em batega tan fort que sembla ressonar i fer vibrar el terra, com un immens altaveu en un gran concert. 
Me n'adono que ets tu, estàs a uns cinquanta metres de mi i a cada pas que faig, ara caminant, tot sembla retornar una mica a l'estat normal. M'acosto nerviosa, encara no se si he fet bé deixant de córrer, però els teus ulls es claven dins meu provocant-me un efecte anestèsic, ni que volgués podria accelerar. Arribo on estàs i em paro just a un pas de tu. Noto com em tremola tot el cos, les cames van perden força. Crec que estic a punt de caure i llavors tu avances un pas i m'abraces fort contra tu... 
- Perquè estaves corren? Em dius fluix a l'orella. 
Jo només sóc capaç d'endinsar el meu cap al teu cos com si aquell racó fos l'únic amagatall del món on pogués refugiar-me. 
Al cap d'un moment noto com em sol escalfa amb potència el meu braç i puc sentir un ocell cridar. Aixeco el cap i tot torna anar al ritme habitual, la gent camina a una velocitat normal, el soroll ensordidor ha desaparegut. Tot sembla estar en la falsa calma de sempre. 
Respiro profundament, alleugerida. Encara em tens agafada amb força, noto la teva tranquil·litat traspassant-me la pell calmant tot el neguit que tenia dins. El meu cos és destensiona, l'esgotament m'esfondra i les cames deixen d'aguantar el pes del meu cos un altre cop... 
Llavors em desperto, i somric durant dos segons pensant en l'efecte tan similar que tens en mi a la vida real. Tinc la sensació encara que m'estàs abraçant. Intento quedar-me amb aquest sentiment, amb el pensament que sempre estaràs al final del carrer esperant-me... 
Però al obrir els ulls no estàs, i de cop m'entren ganes de començar a córrer. Em dic a mi mateixa que no té cap sentit fer-ho, i que d'alguna manera, a pesar de la distancia i de tot, si ho necessités tu estaries per abraçar-me d'aquella manera tan especial, amb força i a la vegada amb tota la dolçor que tens dins. 
Tanco els ulls molt fort amb l'esperança de tornar a somiar amb tu, però aquest cop alguna cosa més agradable...

martes, 18 de junio de 2013

L'altre banda del tren...

Al sortir de casa tenia la sensació que tot just acabaven de posar els carrers. Era tan aviat que la Lluna compartia el cel amb el Sol, tan adormit encara que no escalfava gens. Feia molt fred, i el silenci era tan absolut que em va fer cosa encendre el motor del cotxe i destruir aquella calma...
Vaig arribar a l'estació, encara faltava més de mitja hora per què arribes el tren. Anava a buscar a una amiga que arribava amb el tren de les 7: 15h. Podria venir més tard, això es inhumà, vaig pensar...
Em va sorprendre veure tants cotxes a l'aparcament, sobretot perquè al mirar cap a les vies no hi havia ni una anima. Vaig aparcar més lentament del normal, encara no em sentia persona del tot i tenia els reflexos un pèl lents. Vaig apagar el motor i vaig sortir fora, volia prendrem un cafè per despertar-me, i entrar a la cafeteria em semblava la millor opció per matar el temps d'espera.

De camí a la porta de la cafeteria em va sorprendre veure a algú assegut al terra. Portava una sudadera molt gruixuda, amb una caputxa que li tapava gran part del rostre. Semblava que estigues estudiant, tenia una carpeta, apunt de rebentar de tants fulls, sobre les cames i se la mirava concentrada com si volgués gravar a foc tot el seu contingut al seu cervell...
No sé per què, però conforme m'anava acostant i la seva figura es feia més visible m'anava envaint un sentiment de curiositat. Vaig decidir quedar-me allà fora fumant. Em vaig assentar al terra lentament, no volia que em veies, i em vaig dedicar a observar-la.
Semblava una noia peculiar i em cridava l'atenció d'una manera que fins a aquell moment no havia experimentat. La mirava intensament, em concentrava en dirigir tota la meva energia cap a ella. Volia saber que llegia, si es que ho feia, o que estava escoltant. M'intrigava moltíssim saber que li passava pel cap, i per què en un matí tan fred com aquell estava allà fora congelant-se i no dins la cafeteria com la resta dels mortals.

Es va girar cap a mi, com si hagués notat que intentava colar-me dins del seu cap. Ens vam mirar fixament. Tenia els ulls tan foscos que feia respecte endinsar-s'hi. Era com voler entrar dins una cova totalment a les fosques sense llanterna. Allò encara em va cridar mes l'atenció, i en un acte temerari vaig voler mirar-la molt mes enllà. Dos segons mes tard vaig notar com la seva mirada perdia força, i aquella barrera que em semblava impenetrable es va obrir sense cap tipus de resistència...
Vaig somriure, intentant així alleugerar la meva manera d'assaltar-la, un tan violenta, i de sobte tota aquella foscor va desaparèixer. Era com si li sembles bé tenir-me allà, remenant en busca d'alguna cosa que ni tan sols sabia que era. Em sentia tan còmoda en aquella situació que no volia deixar de mirar-la. Ella es va dirigir un altre cop cap als seus apunts. Al cap de pocs segons em va tornar a mirar i va somriure molt tímidament, se l'hi marcava un petit foradet a la galta esquerra, donant-li una imatge molt innocent. No sé com havia passat, però al cap d'una estona estàvem dins d'un microclima on ja no feia tan fred, com si amb cada somriure anessin pujant els graus. No ens desconnectàvem l'una de l'altra durant més de deu segons, i em semblava que tot anava a un altre ritme...

El soroll del tren apropant-se em va treure de cop d'aquella espècie de dimensió paral·lela. Vaig desitjar amb totes les meves forces que no fos el tren que ella esperava. Jo encara m'havia d'esperar una estona més fins que arribes el següent i no em venia gents de gust fer-ho sola. Es va aixecar de cop, com qui recorda que ha de fer alguna cosa molt important i no té temps. Vaig mirar el terra intentant dissimular la meva decepció, intentant esborrar precipitadament tot allò que s'havia creat feia tan sols uns segons, i que ara desapareixeria. Intentava anular tot sentiment d'aquell moment, no volia quedar-me allà sentint-me orfe d'una cosa que no tenia cap sentit si m'ho parava a pensar fredament.
Al aixecar el cap em va impactar veure-la a tan sols dos metres de mi, es va parar just al passar pel meu costat.
- Espero que també l'agafis. Em va dir, amb una seguretat que em va descol·locar per complet, i va fer que tot aquells murs que havia construït en poques mil·lèsimes de segons caiguessin amb una facilitat, que sincerament, em va confondre molt.
El dubte va inundar cada racó del meu cervell. Que feia? Em quedava allà o pujava al tren? Si no ho feia no la veuria mai mes. I si resultava ser un viatge sorprenent? No entenia per què m'estava plantejant totes aquelles preguntes, però no podia evitar voler anar darrere seu i saber on em portaria tota aquella energia que es movia a un ritme frenètic pel meu voltant.
Vaig pujar, i les portes es van tancar en menys d'un segon. El tren va arrancar i em vaig veure allà dins, en mig d'un autèntic riu de irracionalitat...

Em vaig quedar al costat de la porta, ella estava d'esquenes a mi. No sabia que havia pujat i això em donava l'oportunitat d'observar-la sense miraments. Volia acostar-m'hi, però a la vegada estava gaudint intensament d'aquella invisibilitat.
Van passar al menys quinze minuts fins que va notar la meva presencia, un cop més. Es va girar molt lentament, com si tingues molt clar que no em trobaria però en el fons li quedes una petita esperança d'estar equivocant-se. Els nostres ulls es van xocar d'una manera ferotge. Una descarrega elèctrica va recórrer tota la meva esquena just abans d'escapar-se per les meves mans, totalment gelades en aquell moment. Vaig tancar els ulls uns segons, intentant estabilitzar-me. Al obrir-los ella m'estava convidant a asseure'm davant seu, però no era capaç de moure'm, em sentia paralitzada, com si el meu cos no fos meu, i amb gran esforç li vaig dir que no amb el cap. Va ser un no molt rotund que vaig intentar compensar amb un somriure. Volia deixar-li clar que aquell "no" no era tan rotund, i que la seva presencia no m'incomodava en absolut.
Va tornar a la seva posició, donant-me l'esquena altre cop. Em sentia malament, el meu intent d'arreglar la situació no havia funcionat i de cop vaig sentir que la meva paràlisis havia posat un metraquilat entre nosaltres que ja no deixaria sentir-nos, per molt que ens poguéssim veure.
Es va girar, i tot va començar a fluir novament...
El seu somriure cada vegada em provocava una nova sensació més agradable que l'anterior. Vam estar una bona estona dins d'aquell joc de mirades i somriures, fins que es va aixecar. S'acostava a mi lentament, i jo em vaig quedar admirant la valentia d'aquell acte.
-Hola...
Em va dir fluix, com si en aquella paraula hagués esgotat tota l'energia que tenia dins. Podia notar la seva respiració accelerada, que anava totalment al compàs de la meva.
- Et conec però no t'he vist mai.
No ho volia dir, no tenia cap intenció d'articular aquelles paraules, van sortir de la meva boca soles, com si fes segles que esperesin a tenir l'oportunitat de veure la llum.
- Puc preguntar-te una cosa?
- Si.
- Havies de pujar a aquest tren?
- No.
- Per què has pujat?
Aquella frase em va ressonar per tot el cap, jo m'estava fent exactament la mateixa pregunta.
- No ho sé, a sigut un impuls... M'ha semblat que podia ser un viatge interessant.
Va somriure tímidament, com si volgués dissimular l'alegria que li provocava sentir-me dir allò.

Ens vam quedar de peus durant tot el que quedava de trajecte. Casi no vam parlar, teníem una connexió especial i no es calia parlar per dir-nos el que volíem en aquell moment...


"Propera parada Plaça Catalunya, correspondència amb...."


Al sentir això li va canviar l'expressió de la cara radicalment, i jo vaig entendre que era el final de tot. Em va mirar fixament, molt més que mai.
- I ara que?
- Ara he de tornar.
Vaig dir deixant constància de la meva tristesa en aquelles paraules.
- Vols que t'acompanyi?
- M'encantaria...

Vam entrar al tren que ens portaria, altre cop, al punt on tot havia començat. Aquest vegada estàvem assentades, una davant de l'altra, parlant de tot i res a la vegada. La conversa fluïa tranquil·lament, semblava que ens coneguéssim de sempre. Podia notar la tranquil·litat al seu rostre. Jo em sentia com a casa, com si res pogués fer-me mal en aquells moments. Hi havia una energia dolça entre nosaltres. La seva manera de mirar-me, de parlar-me, desprenia una tendresa suau que m'envoltava, donant-me una sensació de calor, com una manta en un matí fred i plujós de tardor. Notava les nostres cames acostant-se lentament, en una conversa paral·lela a la nostra, com si els nostres cosos, al marge de nosaltres, tinguessin la necessitat de tocar-se...

Estàvem arribant al punt de partida, al lloc on alguna força inexplicable ens havia ajuntat i ara ens separaria. Vaig notar com la tristesa va començar a inundar tots i cada un dels racons d'aquell vagó. Tenia la sensació que la gent que ens envoltava, que fins a aquell moment no havia sigut capaç de veure, podia notar tota aquella estranya energia...
Em vaig aixecar, no volia fer difícil aquell moment. Ella em va seguir sense pensar-ho. La porta es va obrir i ens vam quedar mirant. La volia abraçar, cada part de mi em demanava que ho fes, però no em sentia en el dret de fer-ho. Li vaig donar dos petons, i la meva mà en un acte de rebel·lia la va agafar per la cintura. La vaig apretar intentant notar cada mil·límetre de la seva pell a traves d'aquell petit espai...
- Ha sigut un viatge interessant, no m'equivocava...
- M'ho he passat molt bé.
Vaig somriure, havia sigut un matí realment apassionant. Vaig baixar del tren i vaig començar a caminar, no volia girar-me, no volia arriscar-me a que no m'estigues mirant.
- Espera!
Em vaig girar, i vaig respirar alleugerida.
- Et tornaré a veure?
- Qui sap...

Les portes es van tancar i el tren va començar a allunyar-se. Notava cada centímetre d'aquella distancia que anava augmentant més i més ràpid... Em vaig girar per no veure el tren desaparèixer del paisatge, no volia que aquella fos l'ultima imatge que em quedés. Preferia recordar-la a ella, davant meu, a prop, tan a prop que podia tornar a notar com la seva olor es colava dins meus a traves de la meva pell. Em sentia diferent. Em sentia un pel buida, i a la vegada mes plena que mai. No podia evitar sentir certa tristor i enyorança. De sobte la pell sem va eriçar i la idea clara de que tornaria a veure-la va ofegar tot sentiment negatiu que nadava dins meu. Estava convençuda que la tornaria a tenir davant, i sabia que ni ella ni jo deixaríem que un tren ens separes...

Aquell semblava el primer dia del que seria la meva vida després d'aquell matí, començava una nova aventura, i no podia tenir mes ganes de viure-la...


lunes, 17 de junio de 2013

Tren...

Aquell matí l'estació estava desèrtica, no m'estranyava, a aquelles hores i amb el fred que feia inclús jo no entenia per què estava asseguda al terra i no dins de la cafeteria.
M'havia passat la nit estudiant i crec que el fred em mantenia desperta. Hi havia un silenci absolut que de tan en tant era trencat pel soroll d'algun motor ressonant per l'aparcament que hi havia a pocs metres.
Em vaig posar la música, intentant així mantenir la meva ment en actiu i no pensar en cada centímetre del meu cos que s'anava congelant per moments...
Crec que tenia els ulls més tancats que oberts quan vaig notar la presencia d'algú. Vaig girar el cap lentament. Hi havia una noia asseguda al terra, a uns deu metres de mi.
Que fa allà al terra passant fred? vaig pensar. Com si jo fos l'única extraterrestre que podia estar en un acte tan masoquista com aquell.
Vaig intentar seguir immersa en la meva calma, però podia notar com els seus ulls intentaven traspassar-me la ment sense permís.
La curiositat em podia i em vaig tornar a girar. Ens vam mirar, fixament. Jo intentava respondre preguntes que no sabia en quin moment havien aparegut, i ella... Ella va aconseguir traspassar-me, de cop, sense cap remordiment, regirant tot el que trobava al seu pas.
Va somriure, i vaig tenir la sensació que dins meu tot es col·locava un altre cop, però en un altre ordre...
No podia parar de mirar-la. Sentia un estrany magnetisme cap a la seva figura. Cada vegada que somreia notava com una part de mi es descongelava, m'agradava l'ordre en el que m'anava col·locant les coses dins del cap un altre cop. Estava gaudint d'aquell acte de sinceritat a distancia. Sentia la tranquil·litat i la proximitat d'una cosa coneguda, i a la vegada la curiositat i els nervis de voler descobrir una terra que mai havia trepitjat.

El temps va passar molt més ràpid del que hagués desitjat, i el soroll del tren acostant-se va trencar l'atmosfera que s'havia creat...
Em vaig aixecar d'un salt, tenia un examen i no podia arribar tard. Tant de bo puges al mateix tren que jo. Tenia la necessitat de seguir observant-la, encara que fos des de l'altra punta del vagó.
Vaig passar pel seu costat, i reconec que a cada pas que anava acostant-me a ella el cor em bategava una mica més fort.
- Espero que també l'agafis. Li vaig dir mentre ella em mirava fixament.
No podia creure que allò hagués sortit de la meva boca. Em vaig girar i la vergonya es va apoderar de mi en forma de calor, estava totalment vermella, podia notar com em bullien les galtes.
Fent esforços per què no sem notes tota la inseguretat al caminar, vaig pujar al tren. Vaig dirigir subtilment la meva mirada a l'exterior intentant descobrir si pujava. Però no, estava de peus mirant el rellotge, i no semblava tenir cap intenció de fer-ho.
La decepció es va apoderar de mi, em vaig asseure d'esquenes a la porta, intentant així crear un mur que fes mes suportable la desil·lusió...

Vaig pujar el volum de la música, aviam si aconseguia pensar en un altre cosa, però no podia. Em venien al cap els seus ulls, profunds, tan càlids i freds a la vegada, que si no fos pel seu somriure que ho calmava tot, m'haguessin provocat cremades de tercer grau... La seva pell blanca em creava una sensació semblant a estar davant d'una pista de neu verge. Aquelles ganes de recórrer cada racó i deixar la teva marca, i a la vegada voler quedar-te contemplant la bellesa de la perfecció d'aquella superfície.
Mirava per la finestra com el paisatge anava canviant constantment, intentava concentrar-me en la immensitat d'aquells camps, però seguia tenint la sensació de tenir a algú clavant-me els ulls a la nuca.
Vaig decidir girar-me per poder comprovar que l'únic que em passava era la ressaca d'aquella intensa mitja hora a l'estació...
Al girar-me els meus ulls van xocar de ple amb la seva silueta, estava just darrere meu, repenjada a la porta mirant-me. Vaig notar una revolució dins meu, l'alegria, el desconcert i el nerviosisme es barallaven per aconseguir un primer lloc...
El meu cos va decidir actuar sense consultar-me res i vaig apartar les coses del seient del davant per què s'assegués amb mi, sense pensar en si seria capaç de tenir-la tan a prop, si seria capaç d'articular una sola paraula... Va dir que no amb el cap, un no rotund acompanyat d'un somriure que em convidava a seguir-la mirant.
Em vaig girar un altre cop i vaig somriure per dins com mai, no entenia res, però deixaria que tot allò em portes on ella volgués. La vaig tornar a mirar, no era capaç de donar-li l'esquena mes de trenta segons. Al final em vaig posar de costat, d'alguna manera podia notar tota la seva energia envoltant-me...

Després de deu minuts de segons eterns, mirades, somriures i quatre o cinc cançons, que ja no podia ni sentir, em vaig aixecar. Cada centímetre de mi va animar al del costat per fer-ho. Plena d'una força que ni jo sabia d'on sortia em vaig acostar a ella, decidida.
Vaig descarregar tota la tensió que portava dins en un:
- Hola...
I el cos em va començar a tremolar.
- Et conec però no t'he vist mai...
- Puc preguntar-te una cosa?
- Si.
- Havies de pujar a aquest tren?
- No.
- Per què has pujat?
- No ho sé, a sigut un impuls... M'ha semblat que podia ser un viatge interessant.
Vaig somriure tímidament mirant cap al terra, intentava engolir-me tota l'emoció. No volia que notes l'enorme alegria que em provocava tenir-la davant, al cap i a la fi no ens coneixíem de res...

Durant el que quedava de trajecte vam estar de peus, casi no vam parlar, o si... Crec que lo nostre va ser tota una conversa en silenci... Al arribar a Barcelona una espècie d'angoixa em pressionava el pit, dos estacions després li diria adéu, qui sap si per sempre.

"Propera parada Plaça Catalunya, correspondència amb...."

La vaig mirar molt fixament, tenia ganes d'abraçar-la, però l'únic que vaig fer va ser dir-li un:
- I ara que?
- Ara he de tornar.
- Vols que t'acompanyi?
Vaig dir precipitadament, com una alenada d'aire sortint desesperat de dins meu.
- M'encantaria...
Definitivament havia perdut fins l'ultima gota de racionalitat.

Aquest cop vam seure, una davant de l'altra. Podia notar com les nostres cames s'anaven acostant lentament, com si tinguéssim la necessitat de tocar-nos sense que fos massa evident. Estava tan en calma al seu costat que casi m'hagués pogut adormir, però no volia perdre'm ni un segon d'aquella aventura. No paràvem de parlar, semblava que fes un segle que ens coneguéssim i no hi haguessin secrets entre nosaltres. Casi semblava que no estàvem a un tren, i que tota aquella gent que ens envoltava formava part del decorat d'aquell escena tant de pel·lícula en la que estàvem immerses.
Estàvem arribant, aquest cop si, al final de tot, i un sentiment de tristesa començava a inundar tot el vagó. Es va aixecar i va anar cap a la porta, jo la vaig seguir, volia esprémer el moment fins l'últim instant.
La porta es va obrir, em va donar dos petons i la seva mà es va aferrar fort a la meva cintura, compartint amb mi tota aquella necessitat de sentir tot el meu cos a través d'aquell petit contacte...
- Ha sigut un viatge interessant, no m'equivocava...
- M'ho he passat molt bé.
Em va regalar el millor dels seus somriures, va baixar i va començar a caminar.
- Espera!!
Es va girar mirant-me entre intrigada i alleugerida.
- Et tornaré a veure?
- Qui sap...

Les portes es van tancar, el tren va començar a allunyar-se. Darrere deixava tota aquella sensació de calidesa i plenitud, que clarament s'havia quedat en aquella estació amb ella...
Vaig repenjar el front al vidre gelat de la porta, estava totalment esgotada. Sem dibuixava un somriure cada vegada que recordava la seva mà tocant-me, i a la vegada em sentia mes perduda que mai. Que faria després d'aquell matí, res tornaria a ser el mateix, res podria fer que tot tornes a estar col·locat dins meu com estava abans de què arribes ella i m'ho organitzes a la seva manera. Havia de fer alguna cosa, pensar algun pla.
No sabia quan, ni com, ni exactament per què, però sabia que la tornaria a veure, que l'havia de tornar a veure. I sabia que quan ho fes no em tornaria a quedar darrere una porta veient com s'allunyava.


Després d'aquell matí era conscient què podria seguir vivint sense ella, però no volia...

sábado, 9 de marzo de 2013

Otra vez...



Y en medio de todo este caos sentimental aparece tu nombre en la pantalla de mi móvil...

El otro día pensaba en ti, en mi, en ese nosotras que siempre ha estado pero nunca ha existido, y de repente me estabas llamando. Siempre hemos tenido una especie de conexión telepática sorprendente. Llevamos tantos años no mirándonos con los ojos, ni escuchándonos con los oídos realmente. Llevo tantos años escuchándote con la piel, viéndote con mis manos ansiosas de tocarte, cansadas de abrazar mi almohada mientras tu voz suena al otro lado del teléfono...

Se me aceleró el corazón y desaceleré el coche. Me puse tan nerviosa que no encontraba el volante entre mis manos, confundía las curvas con tu cuerpo. Paré el coche y juro que podía escuchar como el corazón latía a ese ritmo tan tuyo, otra vez...

Otra vez mi voz se entrecortaba al escucharte, no sabia que decirte, tenia tantas cosas que preguntarte, que contarte... Y mientras hablamos me preguntaba constantemente por que lo habíamos dejado de hacer, la ultima vez nos prometimos llamarnos, vernos, escapar de todo, encontrar el momento... Han pasado unos cuantos meses de esa ultima conversación en la que poníamos una fecha limite. Y ahora, mientras en mi ipod suenan todas esas canciones que me recuerdan a ti, me pregunto si seremos capaces de superar el reto, si por un momento dejaremos de ser esas personas totalmente imbéciles y pasaremos a ser tu y yo...
Tengo miedo, sabes? Miedo a que tu piel me queme tanto que ya no pueda despegarme de ti. Miedo a verte en cada rincón de esta ciudad, que ahora ya es tan tu... De no poder pisarla nunca mas si no es contigo...

Tu y yo sabemos que todo esto es un sin sentido, que dos personas que vuelan son demasiadas alas juntas. Y que al final el suelo nos queda demasiado lejos como para andar por un camino real. Pero es que me encanta estar arriba del todo, ver el mundo diminuto a nuestros pies mientras jugamos a estar en mil sitios a la vez, a ver las cosas con los ojos de la otra. Nos lo debemos, definitivamente nos debemos mirarnos con los ojos, tocarnos con las manos. Nos debemos sentirnos con el cien por cien del cuerpo, estar cerca, muy cerca... Tan cerca que dejemos de echarnos de menos para quizás pasar a echarnos de mas, durante un segundo... o seis...

Otra vez tu voz me sobrepasa, me remueve todo los esquemas que me he creado estos últimos meses, y me da rabia, aun que también mucho placer...