sábado, 9 de marzo de 2013

Otra vez...



Y en medio de todo este caos sentimental aparece tu nombre en la pantalla de mi móvil...

El otro día pensaba en ti, en mi, en ese nosotras que siempre ha estado pero nunca ha existido, y de repente me estabas llamando. Siempre hemos tenido una especie de conexión telepática sorprendente. Llevamos tantos años no mirándonos con los ojos, ni escuchándonos con los oídos realmente. Llevo tantos años escuchándote con la piel, viéndote con mis manos ansiosas de tocarte, cansadas de abrazar mi almohada mientras tu voz suena al otro lado del teléfono...

Se me aceleró el corazón y desaceleré el coche. Me puse tan nerviosa que no encontraba el volante entre mis manos, confundía las curvas con tu cuerpo. Paré el coche y juro que podía escuchar como el corazón latía a ese ritmo tan tuyo, otra vez...

Otra vez mi voz se entrecortaba al escucharte, no sabia que decirte, tenia tantas cosas que preguntarte, que contarte... Y mientras hablamos me preguntaba constantemente por que lo habíamos dejado de hacer, la ultima vez nos prometimos llamarnos, vernos, escapar de todo, encontrar el momento... Han pasado unos cuantos meses de esa ultima conversación en la que poníamos una fecha limite. Y ahora, mientras en mi ipod suenan todas esas canciones que me recuerdan a ti, me pregunto si seremos capaces de superar el reto, si por un momento dejaremos de ser esas personas totalmente imbéciles y pasaremos a ser tu y yo...
Tengo miedo, sabes? Miedo a que tu piel me queme tanto que ya no pueda despegarme de ti. Miedo a verte en cada rincón de esta ciudad, que ahora ya es tan tu... De no poder pisarla nunca mas si no es contigo...

Tu y yo sabemos que todo esto es un sin sentido, que dos personas que vuelan son demasiadas alas juntas. Y que al final el suelo nos queda demasiado lejos como para andar por un camino real. Pero es que me encanta estar arriba del todo, ver el mundo diminuto a nuestros pies mientras jugamos a estar en mil sitios a la vez, a ver las cosas con los ojos de la otra. Nos lo debemos, definitivamente nos debemos mirarnos con los ojos, tocarnos con las manos. Nos debemos sentirnos con el cien por cien del cuerpo, estar cerca, muy cerca... Tan cerca que dejemos de echarnos de menos para quizás pasar a echarnos de mas, durante un segundo... o seis...

Otra vez tu voz me sobrepasa, me remueve todo los esquemas que me he creado estos últimos meses, y me da rabia, aun que también mucho placer...

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